Desde hace 17 años se festeja todos los 23 de abril el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor. La fecha no es casual, ya que coincide con el fallecimiento de grandes autores como Cervantes, Shakespeare, Inca Garcilaso de la Vega y, a su vez, con el nacimiento de otros prominentes como Vladimir Nabokov, Josep Pla y Manuel Mejía Vallejo.
La UNESCO explica que este día brinda la oportunidad de reflexionar sobre la manera más adecuada de difundir la cultura escrita y de permitir que todas las personas (mujeres, hombres y niños) puedan acceder a ella a partir del aprendizaje de lectura y el apoyo a los oficios vinculados a la edición, las bibliotecas, las librerías y las escuelas.
Ciudad seleccionada
Este año, la capital mundial del Libro es Conakry, en Guinea, elegida por la UNESCO y las tres organizaciones internacionales del libro (la Unión Internacional de Editores, la Federación Internacional de Libreros y la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias).
El comité de selección destacó a esta capital por su calidad, su diversidad y la atención que presta a la comunidad. En esta línea, remarcaron «su presupuesto bien estructurado y objetivos de desarrollo claros, que se centran en la juventud y la alfabetización».
Las capitales anteriores
2001 Madrid, España
2002 Alejandría, Egipto
2003 Nueva Delhi, India
2004 Amberes, Bélgica
2005 Montreal, Canadá
2006 Turín, Italia
2007 Bogotá, Colombia
2008 Ámsterdam, Países Bajos
2009 Beirut, Líbano
2010 Liubliana, Eslovenia
2011 Buenos Aires, Argentina
2012 Ereván, Armenia
2013 Bangkok, Tailandia
2014 Port Harcourt, Nigeria
2015 Incheon, Corea del Sur
2016 Wroclaw, Polonia
2017 Conakry, Guinea
Era digital
Desde hace algunos años, el mundo se encuentra en un proceso de cambio con respecto a los hábitos de lectura. ¿Papel o PDF? Escribir en Internet es un proceso complejo y multimedial que cada vez más se acerca a una tarea colaborativa: los textos ya no son producto de un único autor. Un ejemplo claro es Wikipedia.
Sin embargo, no por esta convergencia los libros tradicionales dejan de tener su espacio en las librerías. En 2014, en una encuesta realizada en nuestro país a través del Sistema de Información Cultural Argentino, se descubrió que hay un promedio de 82 libros por casa.
Además, los datos revelaron que el 85% de los encuestados practica la lectura en forma alguna. De este valor se desprende que el 75% lee los diarios y el 56% lee al menos un libro por año. La situación es distinta cuando se habla de leer en medios digitales. En Argentina, el fenómeno “Kindle” abarca tan sólo el 2% del volumen de la venta de libros en comparación con Estados Unidos, donde la cifra alcanza el 30%.