Lo sentí veloz. Fugaz como un segundo. Pero lo reviví en mi cabeza mil veces en el viaje a casa como si hubiera sido una persecución intensa, donde cada segundo desafiaba el espacio/tiempo para amenazar en convertirse en eternidad. Lo primero que recuerdo fue el rugir de una motocicleta. La tarde había sido larga y
Autor: Octavia
Ese perro vio mi alma, estoy seguro. Las luces destellaban, reflejadas en la bruma de la lluvia. Yo, en el piso, creo que respirando. Creo, porque mi respiración me resultaba ajena. Veía a un hombre respirar, arrugándose el pecho de la camisa con una mano, los ojos abiertos de par en par con lágrimas que
Olvido. La corta vida del hombre está plagada de olvido. Los atardeceres duran menos pues los edificios son más altos y la oscuridad se vuelve cada vez más larga sobre las espaldas de los atormentados. Donde antes arrullaba el río, ahora habita la sed. Donde antes la hierba acariciaba los pies, ahora los quema la
Nueva ficción de la semana
Caminó diez kilómetros. Esa era su tarea, llevar y traer cosas. Caminar y caminar. Anduvo con paso decidido durante varias horas, parecía que nada podía fallar. Todo terminaría en tiempo y forma, llegaría a casa, se tomaría un largo baño, y volvería a caminar. Esta vez no por trabajo, sino por placer, directamente hacia un
Hoy me llamó mi papá. Llegó bien, pero tenía una mala noticia. Se la olvidó ¡Se la olvidó! La dejó acá en casa, en el cajón, ¡En mi habitación! ¡Donde duermo! Me dijo que tendría que tenerla hasta que volviera de nuevo a Buenos Aires, pero solo Dios sabe cuánto falta para eso. Suele venir
Ah sí, recuerdo sus voces en las mañanas. Era imposible sacarlas de nuestra cama, quizás porque era más grande, quizás porque estaba la tele, quizás porque estábamos nosotros en ella. Y yo les preparaba la leche, y me acostaba a ver los dibujitos con ellas. Las abrazaba y me sentía irradiada, desbordante, llena. Pero la