Dormir es un sueño y amarlo también. Es el acto de envolverse en un espacio suave, terso y caliente. Envolverse y dejar de ser. «Dormir el dolor». Quedarse cubierto, cubierta, cubierte por finas sábanas blancas. No ver. Dormir es un sueño. Amarlo también. Recostado, recostada, recostade, sin sábanas blancas, me pregunto por qué. Cómo. Cuándo
Etiqueta: poema
Colaboración Constanza Ulloa @ulloacoo Nos da miedo relacionarnos con el termino «dejadas». Reconocernos naturales y salvajes es dejar crecer nuestros pelos, es amigarnos con la panza con curvas y mirar a los pozos que aparecen como parte del todo. Dejar de quitarnos pelos de las cejas para abrazar nuestra verdadera mirada. No voy a mentir,
¿Con mis piernas, qué hago? Con mis piernas camino, rápido o lento, Corro, salto, esquivo, desfilo. Las luzco, uso jeans, calzas y faldas, A veces con tacos y otras sin depilar. Prefiero no usar medias. Me desplazo De un lugar a otro, De un pensamiento a otro. Con mis piernas juego, ejercito, trepo. Sean flacas
Tu boca pierde dulzura En los espesos de aquella marca, Hecha a mano pesada Con mente oscura. Ahí sigues Junto a todas tus hermanas, Metida en el laberinto, Buscando por los rincones El alma que tenías antaño. Un alma que han sesgado ¡Mas no matado! Tu útero llora cada día, Tus hijos también.
“No soy macho, soy varón”. ¡Cómo te lo digo! Piropeás a una mina por la calle, te mostrás encarador para los pibes. Sos machito pero no sos varón. ¡Cómo te lo digo! Que tu madre, tu hermana y tu mujer son mujeres sin ser tuyas. ¡Cómo te lo digo! “Nadie entiende a las minas”. ¿Alguna
Algo se quiebra. Algo, dentro de mí, se rompe. Siento el ruido. Crac, hace y siento cómo duele. No sana. Sigue sangrando. Pasa el tiempo y la cascarita no se forma. Y justo cuando parece que no se va a curar nunca aparece una mano y otra y después otra más y todas juntas aprietan,
Asesina por abortar, mamá luchona por necesitar ayuda, negra de mierda por cobrar un plan. Madre por deber, presa por abortar, muerta por intentar. Sexualizada por decidir, con derechos solo si la violan; responsable por vestirse provocativa, víctima convertida en agresora. Estado femicida y responsable, leyes retrógradas. Y si le preguntás por qué el aborto
Me duele. Me duele, mamá, me duele. Siento en el pecho, en las piernas, en el útero, en la existencia, el insoportable dolor de ser -y de ser mujer– en este mundo. Me matan, mamá, me matan. Me asesinan, me insultan, me ultrajan, cada vez que salgo a la calle, cada vez que entro a
Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, en un reino muy lejano, princesas encerradas en sus torres, madrastras malvadas, hermanas envidiosas y brujas que querían ser las más hermosas. Había una vez mujeres que pisos fregaban y que un príncipe azul ansiaban. Había una vez bellas que dormían en un profundo sueño, esperando, con ensueño,
Y vos, ¿de qué planeta viniste? Yo vengo de Venus, donde reímos para llorar y viceversa. Yo vengo del planeta mujer, aunque mi pelo sea tierra Marte. Me urge amarme y nace en mí la necesidad de fundirme en un abrazo, de irme al centro de mí misma, de ser la misma mujer que ama
A ver, vos, que sos tan macho, ¿de qué tenés miedo? ¿De que se te caiga el reinado? ¿La superioridad? ¿Los privilegios y los derechos demás? ¿Tenés miedo de las pibas? ¿De las que no mataste? ¿De las que no quemaste? ¿Tenés miedo de nosotras? A ver vos, que te creés el más capo, ¿qué